Con más tiempo libre, los chicos pueden perderse en redes sociales, videojuegos y distintas plataformas online. Esto no solo afecta su salud física y emocional, sino que los expone a peligros reales.
Las vacaciones no solo traen descanso, juegos y diversión. Para muchos chicos también significan horas sin supervisión en internet con el lógico aumento de su exposición a riesgos como el grooming, el ciberbullying y el consumo de contenido inapropiado.
En su libro «Grooming: Cómo enseñar a los chicos a cuidarse en la web, la licenciada María Zysman aborda estos desafíos y ayuda a los chicos a protegerse.
Las vacaciones pueden ser un buen momento para fortalecer el diálogo y enseñarles a moverse con seguridad en el mundo digital.
¿Qué podemos hacer?
Hablar directamente con ellos sobre los riesgos (contenidos violentos e inapropiados, tiempo excesivo de uso con el consiguiente abandono de actividades saludables para ellos, contacto con personas -ciberbullying, sexting, grooming-).
Supervisar su tiempo online sin invadir su privacidad, siempre acorde a la edad.
Proponer alternativas offline que los mantengan activos y entusiasmados.
Acompañar y “tolerar” el aburrimiento. Estar sin hacer nada viene muy bien.
Recordar que la educación digital empieza en casa y sobre todo con nuestro ejemplo.
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