
El día en que Juan Cruz cumplió 19 años, la periodista compartió el difícil instante que atravesó en plena emisión de su programa.
Marcela Tauro no solo se dedica a hablar sobre las novedades del mundo del espectáculo. En más de una ocasión, la periodista abrió las puertas de su vida privada ante las cámaras. Esta vez, lo hizo con la emoción a flor de piel al conmemorar el cumpleaños número 19 de su hijo, Juan Cruz. En plena emisión de Infama (América), la panelista compartió un emotivo recuerdo que marcó su historia personal y profesional: el nacimiento de su hijo en un contexto médico límite que, según relató, “pudo haberle costado la vida a ambos”.
“Hoy, 13 de julio, hace 19 años fui mamá”, comenzó diciendo Tauro al aire. “Y yo también festejo porque volví a nacer”, expresó conmovida. “Para la gente que no sabe, tuve un síndrome que se llama HELLP, que es un caso en un millón. Y me tocó a mí. Es como un Pac-Man, te va comiendo. Te tienen que sacar la criatura urgente, porque si no, muere la mamá y el bebé”, explicó con franqueza, sin perder la calma, pero dejando entrever la carga emocional del recuerdo.
La periodista remarcó que tanto ella como su hijo sobrevivieron de manera milagrosa, y que ambos atravesaron un duro proceso de recuperación. “Mi hijo estuvo internado 45 días, yo un poco menos, pero la rehabilitación fue dura. Y estamos acá, ya pasaron 19 años. Es impresionante cómo te pasa la vida”, reflexionó. “Aprovechen a disfrutar a sus hijos, porque crecen tan rápido… Era ayer cuando no podía ni caminar, y ahora ya es independiente. Va a seguir su carrera”, añadió, visiblemente orgullosa.
Más adelante, Marcela habló del presente de su hijo, quien se decidió por estudiar periodismo: “Está contento, es joven, vieron que los chicos cambian. Es tan dulce, tan bueno… No sé a quién sale, porque es educado, dulce… Sale al padre. A mí no”, bromeó, fiel a su estilo.
No fue la única confesión personal que realizó en cámara. En el mismo programa, la panelista se refirió a un tema que suele despertar controversias: su sensibilidad a presencias inmateriales. En ese contexto, Tauro aseguró que en los estudios de América hay espíritus, y mencionó directamente al productor Pablo Reynoso, histórico integrante del equipo de Intrusos (América) que falleció en enero de este año. “Yo escucho su voz”, afirmó.
Tauro aclaró que no ve figuras, pero que suele percibir presencias. Y para ejemplificar su percepción, recordó una situación que vivió con Guido Kaczka mientras compartían aire en La 100. “En la radio trabajo con Santiago del Moroy con Guido. Una vez, hace unos años, Guido me contó que no creía en nada de médiums, pero que alguien lo llevó a una médium muy conocida de Luján”, relató.
La periodista explicó que su colega se resistía a hablar del tema por miedo a la exposición, pero que finalmente le confió lo que había vivido. “‘Esta señora me dijo que acá en el estudio de la radio viene mi papá, Benja, con el de una compañera mía’. Entonces, ella le dio el nombre de mi papá, y él no lo conocía. Pensó que era el papá de la Gunda (Claudia Fontán), pero era el mío”, detalló con sorpresa.
“Tu papá y mi papá vienen acá, le dijo la médium, y al mío no le gusta la mesa del estudio de la radio. La habían cambiado y era incómoda. ‘Mi papá dijo que la otra mesa era mejor’”, aseguró entre risas. “Es algo de creer o reventar”, concluyó.
A lo largo de su carrera, Marcela ha construido un perfil de periodista con una voz fuerte y una opinión firme. Pero cada tanto, se permite compartir su costado más íntimo. Esta vez, el motivo fue doble: celebrar la vida de su hijo y recordar que, en aquel parto de hace casi dos décadas, también ella volvió a nacer.