
La licenciada en Nutrición Valeria Basqueto visitó el programa para responder—entre carcajadas—las dudas más disparatadas sobre alimentación: desde la fondue “con verdurita” hasta la milanesa frita pasada por agua hirviendo. Entre chistes y mitos populares, dejó conceptos claros: la clave es la calidad, el acompañamiento y, sobre todo, la cantidad.
La nutricionista Valeria Basqueto volvió al programa “No me digas” de FM Ranquel para protagonizar una charla tan informativa como desopilante, en la que se desarmaron mitos cotidianos sobre alimentación. “Acá siempre nosotras para destacar, sobre todo la cuestión de nutrición”, dijo entre risas al comenzar el segmento.
Uno de los primeros mitos surgió con la fondue: ¿es saludable solo porque tiene verduras? Basqueto fue directa: “La fondue está hecha con crema, tiene muchas calorías”. Aunque aceptó que puede hacerse “un poco más saludable” si se elige una versión de queso y se acompaña con brócoli o pollo, aclaró que “el tema es la cantidad”.
Otra creencia popular que derribó con firmeza es que lo casero siempre es sano. “Que sea casero no significa que sea saludable”, explicó ante la consulta sobre pochoclos con manteca y azúcar. Recomendó prepararlos con “un poquitito nomás de aceite” y optar por sal en lugar de azúcar.
El pan artesanal tampoco se salvó del análisis. “Si el pan dice que es artesanal, ¿engorda menos?”, preguntaron al aire. La nutricionista respondió: “El aditivo no es el que te va a engordar… lo que va a depender es de los ingredientes y la cantidad que comas”.
Uno de los momentos más comentados del programa fue la pregunta sobre si el vino puede contarse como fruta por provenir de la uva. Basqueto fue tajante: “Ninguna. Aunque venga de la uva, eso está transformado… la fermentación genera alcohol”.
Entre bromas, también surgió la eterna duda de si una pizza con rúcula cuenta como ensalada. La respuesta fue clara: “Es una mejor opción… pero obviamente que no va a contar como ensalada”.
Sobre las frituras, dejó una definición rotunda: “Ninguna fritura va a ser saludable”. Explicó que el aceite de oliva no sirve para freír por la temperatura y recomendó usar “unas gotitas de aceite, lo que vos quieras”, esparcidas con un pincel o servilleta.
El público aportó preguntas insólitas, como si una milanesa frita se vuelve más sana al pasarla por agua hirviendo. Basqueto respondió entre carcajadas: “No, ya absorbió el aceite”.
Incluso se animaron a consultar si una empanada pierde calorías cuando pierde jugo. La nutricionista, tratando de recuperar la seriedad, precisó: “No pierde calorías… es agua y un poco de grasa”.
La charla cerró con una duda seria sobre la harina de sarraceno para celíacos. Basqueto confirmó que “sí, sirve”, aunque admitió: “El trigo sarraceno solo no sabe quedar muy rico, hay que mezclarlo”.



