En el Día Mundial del Bebé Prematuro, la neonatóloga Carolina Bustamante reflexionó sobre las causas de los nacimientos anticipados, los avances en Argentina, el rol de las familias y las emociones que atraviesa el equipo de salud. “Lo que uno quiere es que el bebé viva, pero además con las menores secuelas posibles”, aseguró.
Para Carolina Bustamante, neonatóloga y jefa de la unidad de terapia intensiva de la Neoclínica habló en “No me Digas” y comentó que el primer paso para reducir riesgos es claro: “En realidad es controlar el embarazo, para ir sabiendo si algo está pasando”. Explicó que pueden anticiparse complicaciones cuando aparecen “hipertensión arterial, diabetes, alguna enfermedad infecciosa o alguna causa fetal que afecte el desarrollo normal”.
Cuando el parto prematuro es inevitable, el equipo trabaja en preparar al bebé para el nacimiento: “Se pueden hacer cosas para ayudarlos, como madurar pulmones o proteger el cerebro del bebé”. Según Bustamante, “el primer gran problema es la inmadurez, sobretodo la pulmonar, y necesitan que los ayudemos de alguna manera”.
Los avances en el país han mejorado el pronóstico: “Las secuelas oftalmológicas ahora son menos, las neurológicas también”, aunque advirtió que aún se evalúan límites de viabilidad en bebés de muy bajo peso y pocas semanas de gestación. Aun así, aclara un punto fundamental: “Nacer prematuro no quiere decir que va a tener problemas de salud”.
La familia tiene un rol decisivo en la recuperación. Bustamante remarcó que “está comprobado científicamente que los papás estén presentes mejora la evolución, el crecimiento y el aumento de peso”. También reconoció el impacto emocional: “Nadie está preparado para irte a tu casa sin el bebé y dejarlo internado en terapia intensiva”, por lo que el equipo acompaña miedo, angustia y dudas.
Con años de trayectoria, la neonatóloga confesó que el motor de su vocación sigue intacto: “Ver nacer un bebé me sigue emocionando hasta la actualidad”. Y aunque reconoció que no siempre hay finales felices, también celebra los que lo son: “Cuando se van, es una felicidad enorme en todo el grupo”.
En el Día del Prematuro, su mensaje es de esperanza: “Hay que apostar a que todo puede llegar a funcionar bien. Es un día para festejar la vida, porque ellos vienen con muchas ganas de vivir”.